Encolar, medir, volver a encolar, que una tira coincida con el dibujo de la contigua… Aunque parezca más propio de la prueba de un concurso, empapelar es una labor relativamente sencilla a través de la cual obtener resultados para embellecer cualquier estancia.
Desde el estampado más esperpéntico o divertido para el cuarto de los peques al diseño más sobrio para un comedor. Existen infinidad de bellos motivos para decorar con papel y dar un toque acogedor a su hogar.
El papel pintado fue puesto de moda por los franceses en el siglo XVII como forma de imitar los tapizados de los palacios y viviendas de nobles y burgueses. Gracias a este tipo de decoración bajó el precio del revestimiento de paredes y pudo extenderse al pueblo. Pero no fue hasta los años 60 cuando esta técnica decorativa alcanzó su apogeo.
- Decantarse por un papel
Pese a su nombre, el papel pintado, también lo puede ser de materiales plásticos. Estos últimos serian las mejores elecciones para cocinas y baños porque es más fácil de limpiar y aguanta más humedad. En el mercado podemos encontrar papel pre-encolado al que sólo hay que aplicar agua para activar su pegado.
Al elegir un papel hay que pensar también en el día que haya que quitarlo. Las paredes empapeladas con varias capas se pueden quitar sólo si la primera capa sale fácilmente, sino nos llevará mucho más tiempo y posiblemente se nos descascarille la pared.
- Preparar la pared
Para arrancar el papel viejo se utilizará agua y una esponja, siendo recomendable el uso de elementos decapantes especiales si el papel estuviera muy enganchado. Una vez tenga la pared totalmente desnuda deberá arreglar todas las imperfecciones que puedan quedar: brechas, grietas y abultamientos. Empiece por tapar las grietas con la masilla para proceder al lijado pasadas dos horas, y dejarla así perfectamente homogénea.
Un último paso antes de empezar a empapelar la habitación será la aplicación de dos capas de selladora con un intervalo de 4 horas favoreciendo la adherencia del papel.
- Primeros pasos
Rellenar el recipiente de encolar con agua a temperatura ambiente y si el papel no es pre-encolado añadir la cola en la proporción y forma indicada por el fabricante. Antes de empezar a aplicarla habrá que cerciorarse de que haya reposado el tiempo necesario. Empezaremos a encolar por un extremo y con pinceladas largas llegaremos hasta el otro de la tira, empapando bien el papel.
Se trabajará en una mesa de trabajo cubierta con un trapo. Medir la altura de la pared desde el techo hasta abajo. Para cortar la primera tira, desenrollar el papel, medir y marcar la altura de la pared más 4 cm para permitir algún margen en la parte de arriba y de debajo de la tira. Trazar con una regla una línea perpendicular y cortar el papel.
- Pegar las tiras
En la primera y última tira que se coloque los dibujos no encajarán perfectamente; para que no se note mucho este fallo, es conveniente empezar en la mitad de la pared y trabajar alrededor de la habitación en cada dirección acabando siempre en las esquinas.
Para colocar la segunda tira de papel se procederá igual que con la primera, pero ahora tomando como referencia la vertical de la tira anterior. Así se continuará con las tiras restantes hasta cubrir toda la pared. Para mejorar la junta entre las tiras existe una herramienta muy interesante: el rulo, un pequeño rodillo que aplasta los bordes de los papeles haciendo imperceptible la unión. Cuando se trabaje con papel con relieve habrá que poner especial cuidado en no aplastar el motivo.