Se tiene que buscar el mejor sitio a la hora de ubicar la cocina. Sería perfecto si la pudiésemos situar a un lado de la casa, se tiene que intentar que no sea en el centro, donde el riesgo de incendio es mayor. Y al mismo tiempo tenemos que evitar que esté frente la puerta de entrada.
La cocina deberá estar protegida, nunca debajo de la ventana, además debemos evitar que el olor de la comida se reparta por toda la casa contaminando. Siempre se tiene que buscar la solución de una campana extractora.
En cuanto a los metales, tendremos que compensar el metal y madera. Para contrarrestar una gran nevera, pondremos armarios o accesorios de madera.
El agua ha de estar separado del fuego. Cuando el fregadero esté junto a los fogones, interpondremos cosas de metal o madera: armarios, cacerolas…
En cuanto a los colores es fundamental que creamos un equilibrio cromático. Evitaremos tanto el predominio de los tonos fríos como el de los cálidos.
Situaremos una mesa central, detrás de los fogones o el fregadero para que nos cubra las espaldas mientras estamos trabajando, y así no nos molestará.