La vida de las plantas se alarga o se acorta según los cuidados que les dediquemos. Algunos secretos nos pueden ayudar a que tanto flores como plantas nos acompañen saludables durante más tiempo. La llegada del invierno se presenta como un duro enemigo para la salud de las flores y las plantas de nuestro jardín. Aplicar técnicas específicas para ayudarlas a sobrevivir es imprescindible para no encontrarnos con sorpresas indeseadas.
Algunas plantas de nuestro jardín son vulnerables al viento y al frío y muchas veces necesitan protección extra durante los meses de invierno. Una medida importante es trasladar las plantas delicadas que estén en macetas a un terreno protegido, para que no mueran las raíces que están en el borde.
Protege tus plantes del frío y del viento
- Las macetas se deben envolver con un material aislante como plástico de burbujas, lona, cortinas viejas o papel de estraza. En el caso especial de los rosales, la tierra se debe amontonar alrededor de la base de sus tallos antes de que la temperatura sea demasiado baja.
- El riesgo de putrefacción que pude provocar el exceso de humedad se evita empleando un tierra ligera .Esta tierra siempre se debe cambiar cuando el tiempo mejore. En inviernos muy fríos hay que aumentar el aislamiento añadiendo una capa de paja que tiene la gran cualidad de permitir la respiración de las plantas.
- En el caso de las flores de las plantas de pared, es aconsejable protegerlas con lona de nylon fijándola a los alambres del soporte de la planta. Los arbustos se deben cubrir con papel de periódico y fijar los extremos con firmeza utilizando ladrillos, piedras o enterrándolos.
- Las mamparas prefabricadas son muy útiles par proteger las plantas contra el viento. Éstas se deben colocar alrededor del área afectada como si fueran una valla. Algunas plantas se protegen solas y se marchitan de modo natural ya que el follaje muerto las abriga.
Las medidas de protección muchas veces pueden variar; desde una cubierta para una sola noche hasta aislamiento fijo toda la temporada. Las plantas jóvenes son más propensas a sufrir con el frío del invierno y las plantas que florecen a principios de año suelen necesitar más protección que las que lo hacen más adentrado el calor.
Los brezos y las aralias darán color a tu jardín
- Los brezos son unas de las plantas perennes enanas más populares debido a su capacidad de adaptación y por dar color al jardín cuando el resto de las plantas están sin flor. Existen muchas variedades, la mayoría rosas o blancas, que florecen en invierno.
- La Fatsia Japónica, conocida como “aralia”, es una planta de follaje perenne de hojas palmadas. Cuando son adultas tienen redondeados cabezales de flores blancas a finales del otoño. Se desarrolla bien en cualquier suelo de jardín y alcanza una altura de 1,8 metros, aunque hay que resguardarlo cuando hace mucho frío.
- Es importante saber que cuando las plantas no florecen, significa que necesitan más luz, agua o fertilizantes o en el caso de las peonías, lo que necesitan es más frío. Sin embargo, otras veces no florecen porque, al no dividirse con frecuencia las raíces, se apelmazan y compiten entre ellas.
Las bajas temperaturas del invierno no impiden que los jardines estén desprovistos de color siempre que se lleven a cabo los cuidados necesarios y se protegen las flores como es debido.