El microcemento viene pisando cada vez más fuerte dentro y fuera del hogar como un material apto para todo tipo de trabajos, y se trata realmente de un recurso muy útil. Hoy te contaremos por qué.
El microcemento es un revestimiento de material continuo, es decir, no hay un corte que divida un área, simplemente puede abarcar cualquier área sin tener divisiones. Su aplicación es muy sencilla y puede hacerse justo encima de un suelo con escombros o en mal estado, dejando una calidad lisa y suave. Empresas como Pavinor, líder en este tipo de materiales, recomiendan su uso no sólo en interiores, sino también en exteriores, paredes y muebles, siempre llevando el material al máximo nivel de personalización, aplicando texturas o colores fácilmente.
Otra de sus cualidades es su finísimo grosor, logrando un suelo de excelente calidad en sólo 2mm a 4mm de grosor, un punto importante a favor del microcemento.
El microcemento es un material continuo, elegante y con una capacidad de personalización muy alta, como bien decíamos antes, pero lo más interesante de este material multiuso es que su superficie puede ser «lavable«, algo que permite utilizarlo en los suelos de los baños, paredes de la ducha, bordes de las piscinas o bien en un salón o cocina, su capacidad de lavado lo hacen prácticamente útil para cualquier tipo de ocasión.
Para una correcta aplicación del microcemento, recomiendan utilizar los siguientes productos:
- Puente de Unión
- Malla de Fibra de Vidrio
- Microcemento Base
- Resina de Mezcla
- Microcemento Fino
- Sellador de poro
- Poliuretano
- Endurecedor de Poliuretano
Recuerda que el microcemento es un derivado del cemento, ya que se compone de una base cementicia de altas prestaciones mezclada con polímeros, fibras, áridos y combinada con pigmentos de diversos colores. Por esta razón se adhiere a toda clase de superficies y deberás tener en cuenta los tiempos de secado.