Un aplique de pared es un tipo de lámpara que, como su nombre indica, se cuelga de la pared. Se suelen colgar en columnas o muros buscando un buen efecto estético, pues existe una gran variedad; pero al mismo tiempo, también producen una luz lateral que puede resultar muy agradable, y con la que podemos jugar en varias intensidades.
Estas lámparas de pared existen en muchos tipos y se pueden incorporar en diferentes estilos decorativos. Tres de los estilos que más pegan actualmente son el estilo barroco, el estilo vintage y el estilo rústico. Si bien dentro de estos dos primeros estilos parece que no pega mucho, deciros que existen modelos muy tradicionales perfectos para acercaros a lo vintage, y modelos con formas muy geométricas que pueden servir perfectamente para un estilo barroco.
En cuanto al último estilo que nombramos, decir que es donde más encontraremos este modelo de decoración. Los apliques de pared rústicos son esenciales en cualquier estancia que quiera dar ese toque campestre y rural. Los encontramos en diferentes materiales, texturas y diseños, incluso de una, dos o tres partes de iluminación, para poder escoger el aplique perfecto para cada rincón. Un rasgo muy característico del estilo rústico es la utilización de objetos tradicionales como elementos decorativos, como por ejemplo, usando un barril como base de un aplique, o un tronco de madera como elemento que se ancla a la pared.
Los apliques rústicos tienen una gran presencia de estos elementos tradicionales «modernizados» y sobre todo, hierro, que recuerdan a las viejas herrerías que había en todos los pueblos, y en las que se creaban auténticas figuras de colección. Las tulipas pueden estar o no presentes, pero es un acierto si las escoges también con sentido rústico, como por ejemplo, simulando unas velas derritiéndose. Sin duda, si vas a incorporar el estilo rústico en tu hogar, no te puedes olvidar de apostar por apliques de pared para decorar y al mismo tiempo, iluminar.