A todos nos agrada tener la casa limpia y ordenada, pero muchas veces no somos conscientes de que los productos que utilizamos para limpiar los suelos, cristales, cocina o baño dañan el medio ambiente. Normalmente buscamos que los productos de limpieza sean eficaces y no nos importa que se trate de sustancias tóxicas o corrosivas, que a través del aire y del agua dañan la Naturaleza. No se trata de prohibir, por ejemplo, el uso de la lejía, sino de evitar su uso y en caso de hacerlo, que sea de forma responsable.Limpia tu hogar respetando el medio ambiente
La mayoría de los productos de limpieza del hogar contienen componentes tóxicos que al terminar vertidos por el desagüe o el inodoro contaminan las aguas y dificultan el trabajo de las depuradoras. Otros incluyen sustancias volátiles que se concentran en cantidades peligrosas dentro del hogar.
La lejía
Muchas personas asocias el desagradable olor de la lejía a limpieza y desinfección. Si bien es verdad que la lejía desinfecta, también lo es que el contacto con este producto causa irritación de piel y mucosas, y su inhalación puede acarrear problemas de las vías respiratorias altas.
Hay que tener en cuenta, además, que si se mezcla con amoníaco (presentes en otros productos de limpieza) desprende gases que aumentan su peligrosidad. En lugar de echar mano de la lejía podemos recurrir al bórax, una sal mineral que es un excelente e inocuo limpiador, desinfectante y desodorizante.
Lavavajillas
Una de las tareas diarias en todos los hogares es la de fregar los platos. Hoy en día el uso de la máquina lavavajillas está muy extendido, pero siempre quedan cosas para lavar a mano, para lo que recurrimos a los detergentes dedicados a estos menesteres. Los jabones lavavajillas están compuestos de tensioactivos y fosfatos, una combinación dañina para el entorno.
A la hora de hacer la compra conviene fijarse en las etiquetas y adquirir detergentes biodegradables, que eliminan o disminuyen los fosfatos de su composición.