Los accidentes domésticos son un problema muy común. Los incendios, en concreto, son uno de los desastres más repetidos dentro del hogar; desde fallos en los electrodomésticos, hasta las explosiones de las bombonas de gas o los despistes, provocan la muerte de personas no sólo por quemaduras, sino también por la inhalación de gases tóxicos. Por ello, debemos tener en cuenta una serie de precauciones y consejos para tratar de evitarlos en la medida de lo posible.
Es muy importante seguir las fáciles recomendaciones que pueden evitar que nos encontremos en la difícil situación de un incendio en nuestro hogar. Además, es necesario conocer las posibles causas que pueden originar un fuego, para saber cómo prevenirlo.
Causas de los incendios
Para el comienzo de un incendio se tiene que dar tres factores fundamentales: el aire, el combustible y los focos de calor. El aire es fundamental, ya que si no existe, el fuego no respira y es imposible que se produzca la llama. El combustible lo encontramos en pequeños objetos de nuestro hogar, a simple vista inofensivos, pero que pueden llegar a resultar muy peligrosos: los aerosoles en general, las pinturas y disolventes, aceites, la madera, el papel, telas, etc.
Los focos de calor pueden provenir de sitios muy diversos: desde una colilla de un cigarro mal apagado, hasta las peligrosas chispas que pueden saltar de cualquier electrodoméstico común o unos cables mal conectados.
Consejos prácticos de prevención
Lo primero y muy importante que nos puede ayudar si tenemos que enfrentarnos a un incendio en nuestro hogar es contar con un extintor que es necesario aprender a utilizarlo. Un instrumento muy eficaz a la hora de localizar humos o fuegos es un detector de humos con alarma. Es una garantía de seguridad, pero debemos revisarlo una vez al mes, quitarles el polvo y comprobar que funciona correctamente. Además se deben cambiar las pilas una vez al año y reemplazarlos en un plazo de 10 años.
- – Si en tu casa tienes calefactores eléctricos es muy recomendable que los coloques a no menos de un metro de material combustible. Ni usarlos con cables alargadores excepto si es absolutamente necesario. En esos casos, hay que mantenerlos desenrollados y no cubrirlos con alfombras ni otros elementos.
- – No sobrecargues los enchufes eléctricos.
- – No coloques ni guardes toallas o utensilios de plástico en los estantes que quedan arriba del horno.
- – Los niños siempre son una fuente de peligro constante, por ello debes mantener los mecheros o cerillas fuera de su alcance
- – A la hora de vaciar el cenicero para echar las colillas a la basura es muy importante asegurarse de que todas están perfectamente apagadas, para evitar que se produzca fuego.
- – Y hablando de cigarros; una regla de oro: nunca fumes en la cama. Es una causa importante de muerte por incendios en el domicilio. Además, acuérdate de alejar las estufas hasta al menos un metro de la cama.
- – Una fuente de combustión importante son los distintos líquidos inflamables que, sobre todo, se guardan en la cocina como detergentes, amoníacos, pinturas, etc. Por ello, debemos mantenerlos lejos de las zonas de calor.
Recuerda que la cocina es la zona de mayor nivel de riesgo de incendios de toda la casa. Así que deberemos guardar mucho cuidado con los trapos, telas, cortinas, utensilios de plástico o aceites.