¿Quieres que tus amigas te feliciten por lo buenas que están tus ensaladas o por tener el cultivo más bonito? Ahora puedes conseguirlo creando tu propio huerto. Siguiendo una serie de consejos y con paciencia ya no tendrás que ir nunca más a la frutería porque los mejores alimentos estarán en tu casa, gracias a la huerta de tu jardín.
Unos buenos consejos
- Debes plantar cada quince días las especies que deseas consumir en ese periodo de tiempo. Según tus preferencias sembrarás más cantidad de una hortaliza o de otra. En este sentido, si pretendes consumir una lechuga cada dos días o un repollo a la semana, necesitarás plantar alrededor de siete lechugas y dos repollo quincenalmente.
- Normalmente las semillas deben estar enterradas de acuerdo con su tamaño, a una profundidad que equivalga al doble de su diámetro. Sin embargo, las hortalizas pequeñas tales como la lechuga, la zanahoria o el rábano se dejan a ras de tierra, cubiertas un poco para que no se las lleve el viento ni se las coman los pájaros.
- El riego por aspersión se puede hacer en todas las épocas del año pero en verano se debe realizar sólo a primeras horas de la noche.
- Hay que tener en cuenta que la polinización de los frutos corre a cuenta de las abejas. En este sentido, se hace necesario la presencia de flores de colores vivos. Puedes rodear cada área de cultivo con flores del estilo del Allisum.
- Un huerto con fertilizante te dará buenos resultados, así que compra una bolsa de abono orgánico cada vez que vayas al supermercado.
- La recolección de hojas, como las acelgas o el perejil, se hace con la mano. Nunca utilices tijeras o cuchillo, a excepción del cebollino.
¿Qué ha pasado?
La creación de un huerto en el jardín no es una tarea fácil y muchas personas se desesperan al no conseguir lo que pensaban de él. Hay que tener en cuenta que la paciencia es una gran virtud que deberás desarrollar, ya que lo que pretendes es reunir en un mismo suelo especies distintas que requieren diferentes nutrientes, así como ciclos de luz y temperatura.
Un aspecto indispensable es no olvidarse de fertilizar. Las hortalizas y las hierbas aromáticas se alimentan de la tierra y si ésta no está lo suficientemente fertilizada no crecerán en óptimas condiciones.
Un descuido es suficiente para “echar por tierra” todo tu trabajo. Las especies que cultivas además de ser alimentos para el ser humano, lo son para los animales. Así que evita problemas cercando el huerto con una malla de un metro de alto y enterrada unos veinte centímetros. Pero si algún animal representa un serio peligro para tu cultivo, estos son los pájaros. Para combatirlos, utiliza un espantapájaros que se mueva y que deberás cambiar cada cierto periodo de tiempo para que las aves no se familiaricen con él.
¿Qué y cuándo cultivo?
– Verano: es la época del año en la que deberás regar todos los días y en la que las cosechas crecen. Pero no todo queda ahí, también es el tiempo de luchar con los insectos y las malezas. Es recomendable la siembra de guisantes entre abril y septiembre. En este último mes se plantan también las alcahofas, las espinacas y el maíz.
– Otoño: ¿preparada para barrer hojas? Pues bien, una vez que las hayas recogido, empléalas en preparar la tierra o en añadirlas al fertilizante. Si deseas obtener frutos tardíos deberás cubrirlos con plásticos en las horas más frías, es decir, desde el anochecer hasta media mañana. A principios de esta estación se deben cultivar las sandías, los cebollines y los tomates y durante toda ella las acelgas, los apios, las remolachas, los brócolis, las coliflores, las lechugas, los pepinos, los pimentones, las zanahorias, y los zapallos.
– Invierno: es la época del año más tranquila de todas porque casi no se riega, pero ten en cuenta que después de una semana sin lluvia las plantas pueden necesitar agua. También es tiempo de poda en frutales, rosas y demás plantas que lo requieran. Es el tiempo de las achicorias, las coliflores y las fresas.
– Primavera: es el periodo más difícil. Ten en cuenta que pueden aparecer las heladas tardías. En esta época del año debes preocuparte por tener plantas con flores de colores vivos en el huerto que atraigan a las abejas y asegurar así una correcta polinización. En primavera planta los ajos, los guisantes y las berenjenas. Entre las hierbas aromáticas destacan el eneldo, el estragón, la menta, el orégano, el perejil, la salvia y el tomillo.
También existen especies que puedes sembrar en tu jardín durante todo el año como las cebollas y los rábanos. De todas formas, contacta con tu proveedor habitual que te recomendará lo que debes plantar en cada época del año.
Una última recomendación es preguntar a tu vendedor de semillas qué plagas y enfermedades son más frecuentes para que no te coja desprevenida y puedas remediar las patologías que pueda padecer tu cultivo.
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